1. Un paso clave hacia un sistema mundial coherente.
Actualmente, el sistema fiscal internacional consiste en una complicada red de miles de tratados fiscales bilaterales y diferentes sistemas internacionales paralelos para regular, por ejemplo, el intercambio de información y presentación de informes corporativos. La negociación de un sistema acordado a nivel mundial es la única manera de eliminar la complejidad, la confusión, la incoherencia y los desajustes existente en la actualidad. Un organismo de impuestos verdaderamente global es el primer paso crucial hacia este objetivo.
2. Cooperación reforzada entre las administraciones tributarias.
Un sistema global coherente haría más fácil la comunicación y cooperación entre las administraciones tributarias. Esto fortalecerá aún más la coherencia internacional y mejorará las condiciones laborales de las administraciones tributarias.
3. Menor acción unilateral.
Listas negras y restricciones especiales sobre los precios de transferencia, transferencias financieras, informes corporativos y documentación son solo algunas de las medidas que los distintos gobiernos están introduciendo actualmente para proteger su base imponible. Si la crisis en el sistema fiscal mundial continúa sin resolverse, es probable que veamos muchas más medidas de autoprotección de este tipo. Sólo la cooperación verdaderamente global puede asegurar que todos los gobiernos tengan una alternativa real a la acción unilateral.
4. Poner fin a la ‘carrera a la baja’.
El temor de perder inversiones está impulsando a los gobiernos a introducir incentivos fiscales, lagunas jurídicas y prácticas fiscales perjudiciales en una trágica ‘carrera a la baja’, que está costando a los países miles de millones de dólares en ingresos fiscales perdidos. A través de la cooperación verdaderamente global, podemos cambiar este triste desarrollo.
5. Mejor ambiente empresarial.
Reglas claras, coherentes, globales y estables son buenas para los negocios. Operar a través de diversos e inconsistentes sistemas fiscales nacionales crea pesadas cargas administrativas, inseguridad jurídica y elevados riesgos para los negocios internacionales.
6. Igualdad de condiciones.
Hoy en día, los gobiernos que se comprometen a aumentar la transparencia y eliminar las lagunas jurídicas temen que ser un “primer motor” dé lugar a que empresas e individuos ricos se registren en otras jurisdicciones. A través de negociaciones verdaderamente globales, los gobiernos pueden ponerse de acuerdo en una acción mundial coordinada y garantizar la igualdad de condiciones.
7. Implementación fortalecida.
Ningún gobierno se sentirá obligado a implementar estándares fiscales globales y normas adoptadas en salas cerradas donde no era bienvenido. La ONU es la única institución global donde todos los gobiernos participan en pié de igualdad y, por lo tanto, es el lugar para lograr un compromiso global para la acción.
8. Menos doble imposición y doble no imposición.
La gran variedad de desajustes entre los sistemas fiscales nacionales es la razón principal por la cual a algunos se les grava dos veces el mismo ingreso, mientras que a otros no se les grava en absoluto. Solo una cooperación verdaderamente mundial puede poner fin a estos problemas.
9. Más financiación para el desarrollo en los países más pobres.
Actualmente, los países más pobres del mundo están excluidos de la toma de decisiones sobre las normas fiscales globales, y los sistemas internacionales a menudo no toman en cuenta sus realidades e intereses. Esto significa menores ingresos fiscales y, por lo tanto, menos financiamiento disponible para el desarrollo en estos países.
10. Acción mundial justa y coherente contra los paraísos fiscales.
Muchos gobiernos están tratando de proteger su base impositiva a través de listas negras nacionales sobre la base de criterios a menudo un tanto confusos y aplicados de manera inconsistente. Las listas negras aleatorias pueden ser una carga para los países afectados, pero no van a resolver el problema de los paraísos fiscales. Para que sea eficaz, la acción contra los paraísos fiscales debe ser justa, coherente y coordinada a nivel mundial.
Versión en inglés de la Alianza Global por Justicia Fiscal (Global Alliance for Tax Justice) aquí.