En el marco del proyecto Tierra Sana y Soberana Fase II, se desarrolla el componente de Alimentación Sana, cuyo objetivo principal es el de facilitar condiciones para la mejora de las prácticas alimentarias y el estado nutricional de las familias agricultoras que conforman comités agroecológicos, a través de talleres hogareños de elaboración de recetas balanceadas, la implementación de biohuertos familiares y la integración de biohuertos en el proyecto educativo de escuelas primarias. Al mismo tiempo, se impulsó el incremento del consumo familiar de productos agroecológicos, nativos y de mayor disponibilidad, tales como: la quinua, la sangre de cuy, las setas silvestres, el yuyo, el atacco, el tomate andino, etc.
De forma complementaria, en el año 2016 se inició la implementación de biohuertos escolares a través de la iniciativa “Yachacushun Huertansiccho” en 10 escuelas de las provincias de Aija, Carhuaz y Huaylas, donde estudian hijos e hijas de las familias beneficiarias del proyecto.Esta experiencia fue un espacio clave para replicar las técnicas agroecológicas de la comunidad y para contribuir a mejorar la alimentación escolar, enriqueciéndola con hortalizas cultivadas por los mismos estudiantes. En el proceso, se lograron aportes significativos de los biohuertos al currículo escolar y a la práctica pedagógica de los educadores en el contexto rural.
Uno de los productos finales de este trabajo es la elaboración de un recetario de donde se desprenden 4 videos, los cuales fueron realizados en febrero del año en curso, y recogen algunas recetas creadas por los hombres y mujeres que forman parte los comités agroecológicos de las comunidades de La Trinidad (La Merced, Aija), Catay (Shilla, Carhuaz), Acoyó (Pueblo Libre, Huaylas), y Pampap (Pamparomás, Huaylas) de la región Ancash; quienes merecen un especial reconocimiento por su compromiso con la propuesta agroecológica y de soberanía alimentaria.
“Ha sido un proceso muy bonito implementar los biohuertos, hemos tenido el apoyo de las madres del comité de productores ecológicos, ellas enseñaban algunas recetas y a las madres de la escuela les encantaba, tanto así que se compartían sus números de celular para llamarse para preguntar las recetas, era muy bonito verlas empeñosas. Se motivaron tanto que este año, no esperaron el inicio de las clases, sino que solitas las madres tuvieron la iniciativa de empezar a preparar el terreno y a sembrar almácigos traídos de sus casas” comenta Maritza Izquierdo, Directora de la IE Modesto Ashtu de Nunocoto, contando su experiencia a otros docentes en un taller sobre el enfoque Ambiental.