GINEBRA/LIMA (25 de octubre de 2017) – Perú ha logrado grandes avances en la última década en la reducción de la pobreza, pero debe defender firmemente los derechos humanos para garantizar que su modelo económico sea sostenible y funcione en beneficio de todas las personas, comentó el martes el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Zeid Ra’ad Al Hussein, al concluir una visita de dos días al país.
“Celebro los esfuerzos de Perú para luchar contra la pobreza y la exclusión, y sus progresos económicos son innegables. El país debe ahora consolidar tales avances, continuando con el fortalecimiento del estado de derecho y la protección de los derechos humanos”, manifestó Zeid, cuya visita incluyó reuniones con el Presidente Pedro Pablo Kuczynski, así como con autoridades del Congreso y el Poder Judicial, representantes de la sociedad civil y del sector privado.
“Para que sea realmente sostenible, el desarrollo no debe dejar a nadie atrás, y nunca debe ocurrir a expensas de los derechos de algunos integrantes de la sociedad”, subrayó el Alto Comisionado.
Junto con expresar preocupación por los impactos negativos de la corrupción en el disfrute de los derechos humanos en el país, el Alto Comisionado dijo que “Perú tiene una gran oportunidad para mejorar su situación de derechos humanos de manera considerable. En este cometido, resulta crucial recordar que los tratados internacionales ratificados por el país imponen obligaciones no solo al gobierno sino también al Poder Legislativo, el Poder Judicial y, en definitiva, a todas las instituciones del Estado”.
El Alto Comisionado destacó que el gobierno está desarrollando un Plan Nacional de Acción en Derechos Humanos y pidió una participación significativa de todos los sectores, especialmente las organizaciones de la sociedad civil y la Defensoría del Pueblo en su proceso de elaboración. “Esperamos sinceramente que el Plan Nacional de Acción resultante pueda abordar en forma adecuada las necesidades de derechos humanos en Perú, y en especial aquellas de los grupos más vulnerables”. Él también reiteró la disposición de la Oficina de Derechos Humanos de la ONU, incluyendo a través de su Oficina Regional para América del Sur, para continuar brindando su apoyo y asistencia técnica en esta y otras iniciativas de derechos humanos.
Ha habido progresos en consultar a los pueblos indígenas sobre asuntos relacionados a la minería, energía y otros proyectos de desarrollo desde la adopción en 2011 de una histórica ley, expresó Zeid, pero se necesita hacer más para garantizar que puedan dar su consentimiento libre, previo e informado para tales proyectos, en línea con los estándares internacionales de derechos humanos.
“Hablando con representantes de la sociedad civil, escuché una fuerte sensación de injusticia al ver que las decisiones que afectan las tierras, las vidas y el futuro de los pueblos indígenas son tomadas por otros”, dijo Zeid, destacando que cada año en Perú surgen docenas s de conflictos sociales y protestas, muchos de los cuales están vinculados a sectores mineros, petroleros y madereros.
“Es por eso que en mis conversaciones con líderes empresariales enfaticé en la necesidad urgente de que las empresas respeten los derechos humanos de los pueblos indígenas, de las defensoras y los defensores de derechos humanos y de los líderes sindicales. Las consultas y diálogos significativos no socavan los negocios, sino que sirven para avanzar en los derechos humanos y la agenda de negocios.”
Zeid también instó al gobierno a implementar sin demora medidas para aumentar la protección de las y los defensores de derechos humanos. “Perú no es una excepción a la tendencia en las Américas, y de hecho en todo el mundo, de hostigamiento, intimidación y ataques alarmantes en contra de activistas de derechos humanos”, señaló.
La implementación del marco legal y del plan nacional de 2016 para la búsqueda de personas desaparecidas entre 1980 y 2000 es también urgente, dijo el Alto Comisionado. “Estos pasos son vitales para ayudar a Perú a superar su doloroso pasado de sufrimiento y derramamiento de sangre, pero me preocupa que las recomendaciones realizadas hace más de una década atrás por la Comisión de la Verdad y la Reconciliación se hayan implementado de manera insuficiente”, destacó.
“El alto nivel de impunidad por las violaciones cometidas durante este período es profundamente preocupante. Deben abordarse las necesidades de las víctimas y sus familiares, incluidos su derecho a la verdad, la justicia y la reparación. Además, los recursos deben estar disponibles para garantizar que la búsqueda de los desaparecidos se pueda completar”.
Zeid también escuchó preocupaciones sobre la posibilidad de un indulto presidencial para el expresidente Alberto Fujimori, quien fue sentenciado en 2009 a 25 años de prisión por muy serias violaciones a los derechos humanos. El Alto Comisionado recordó que “Fujimori fue condenado por delitos que constituyen crímenes contra la humanidad, es decir, crímenes que son del interés de la comunidad internacional en su conjunto. La comunidad internacional debe ser involucrada en este tema tan importante”.
Sobre mujeres y niñas en alto riesgo de violencia de género en Perú, la aprobación de leyes diseñadas para prevenir y castigar dicha violencia -incluida la violencia doméstica y el feminicidio- es importante, dijo Zeid. Sin embargo, Zeid agregó que también son necesarias una implementación rigurosa y fuertes medidas preventivas, pues en demasiados casos, el perpetrador escapa del castigo. “Insto al Gobierno a abordar las actitudes sociales y culturales que se siguen utilizando para justificar la violencia contra la mujer “, declaró el Alto Comisionado.
Zeid también llamó a introducir mejoras en el ámbito de los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres. Asimismo, agregó que las recientes enmiendas introducidas en el Congreso a medidas que buscan promover la igualdad de género y los derechos de las personas LGBTI representan “un revés”.
Por último, el Alto Comisionado saludó la elección de Perú como Estado Miembro del Consejo de Derechos Humanos de la ONU. “Espero con interés que Perú coopere plenamente con el Consejo, manteniendo los más altos estándares de derechos humanos frente el mundo, lo que también debe perseguirse a nivel nacional”, enfatizó.
FIN
Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos – ONU