El desagüe de Jano- Aniego en SJL

Resultado de imagen para ANIEGO SJLSucedió el 13 de enero por la madrugada. A las 04:00 a.m., se produjo la rotura de un colector primario de desagüe ubicado en el cruce de la Av. Tusílagos con la Av. Próceres de la Independencia de la Urbanización Las Violetas, distrito de San Juan de Lurigancho, provincia y departamento de Lima; lo cual ocasionó un aniego con aguas servidas que afecto a 10 manzanas aledañas.

De los errores surgen las mejoras como de las crisis las oportunidades. Desde las primeras horas y durante tres días notamos una suerte de anarquía organizativa para enfrentar la situación. En los noticieros se presentaba una variedad de autoridades, alcaldes, directores sectoriales, ministros y el mismo presidente del país.  Ello, no significó que las primeras intervenciones fueran efectivas para la salud y seguridad de los pobladores, la seguridad de sus bienes y la recuperación del sistema de colectores

Las primeras acciones se orientaron a instalar una zona de apoyo, con carpas de auxilio rápido, para los afectados que se negaron a evacuar sus hogares. Al mismo tiempo, se ensayaban responsabilidades y culpables. Podíamos incluso  suponer las preguntas que rebotaban en las mentes de las autoridades: ¿Qué se debe hacer? ¿Cómo ha de hacerse? ¿Quiénes deben hacer qué? ¿Quién tiene el rango de mando en estas circunstancias? Así, tuvimos una alerta epidemiológica que devino en ratificación de alerta amarilla por parte del ministerio de salud. Al siguiente día, una declaratoria de emergencia ambiental por iniciativa del ministerio del ambiente. Finalmente, quizá por razones de esmerada cautela, recién al tercer día, la presidencia del consejo de ministros declaró el Estado de Emergencia en la zona, otorgando a los alcaldes y al INDECi en el marco del SINAGERD el liderazgo de las acciones.

El desborde de las aguas servidas  inundaron un área de zona baja a manera de gran laguna de excretas, con lodos contaminados y cantos rodados arrastrados. La solución de succionar las aguas servidas a través de 15 hidroyets para ser inyectadas en otros buzones no fue una solución adecuada puesto que los sólidos que acompañaban este caudal (tierra y piedras), como era previsible, redujeron los diámetros de las tuberías y contribuyeron a nuevos “atoros” en otros buzones. Sumado a ello, la restitución del servicio de agua potable sin la debida orientación a los usuarios, echaron por los desagües los avances logrados, y propició un segundo aniego.

Los posibilidades de enfrentar una abanico de enfermedades  e infecciones se ha incrementado localmente, y el estudio de los vientos puede darnos algunos indicios de hacia dónde serán trasportadas las esporas, por lo cual, verificar o negar los impactos sanitarios en otras áreas alejadas de la zona cero serán determinadas mediante el incremento, en los inmediatos días, de las demandas de salud por IRAS, EDAS, infecciones cutáneas en los servicios de salud del distrito. En un tiempo, aún no determinado, podrían presentarse enfermedades zoonóticas y parasitosis

Los medios de vida de 2,000 personas han sido impactados de manera inmediata, como en cualquier desastre, sin que haya ocurrido un sismo, lluvia intensa o deslizamientos de masas de origen natural. Se trata, lamentablemente de una tragedia de origen antrópico. Por lo mismo, la identificación de responsabilidades por parte de la fiscalía ambiental es lo adecuado, independientemente de las indemnizaciones que la situación amerita. La aseguradora ya está desembolsando indemnizaciones bajo la estrategia de negociación con las familias de cada uno de los 243 predios afectados. Se conoce, por ejemplo, que hay montos de S/. 4,000 soles como todo resarcimiento.

Según datos del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) en el 2014, en Lima Metropolitana se generaban diariamente 1’202,286 m3 de aguas residuales, de las cuales solo se trataba el 21.2%. Y para ese año en Lima Metropolitana existían 43 plantas de tratamiento de aguas residuales (PTAR), 21 de ellas administradas por Sedapal, 8 por municipalidades distritales y el resto por otros, como universidades, colegios, clubes, etc.

Más de 25 días después del incidente el servicio de agua aún no se ha restablecido al 100% en un distrito con más de un millón y medio de habitantes lo cual sigue generando la comprensible molestia de los vecinos y en pleno verano obliga a que se acumule agua en baldes y depósitos con el riesgo de epidemias que eso implica.

Tal como nos enseña esta dramática experiencia, sino abordamos el asunto del agua potable y las residuales de manera integral, nuestras vulnerabilidades se verán incrementadas y el costo social será insufrible comparado con las desgracias que hoy padecen los vecinos de SJL.

Escrito por: Joan Tincopa

Grupo Perú Ambiente y Clima